Un mundo de hombres con útero

Vicente Quintero
4 min readDec 11, 2022

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https://flic.kr/p/j9fpb. CC BY-NC-ND 2.0.

Cayó el Imperio Romano de Occidente y cayó también, varios siglos después, el Imperio Romano de Oriente -o mejor dicho, la corte oriental del mismo Imperio Romano-. El Muro de Berlín llegó a su final, así como la Unión Soviética. Checoslovaquia ya no existe formalmente, sino sus dos repúblicas sucesoras.

La historia de la humanidad ha sido la historia de los cambios lingüísticos, los límites territoriales, las visiones del mundo, las alianzas políticas y hasta las relaciones del ser humano consigo mismo. El hombre de hace mil años no es exactamente el mismo de hoy; tienen distintas características y hay una importante brecha en cuanto a la esperanza de vida entre uno y el otro. Podemos encontrar puntos en común, sí. Pero las diferencias siguen siendo abundantes y muy evidentes.

La discusión sobre el género, hoy más fluido y menos binario como concepto sociocultural, nos invita a reflexionar no solo el impacto sobre los posibles trasplantes de útero sobre los hombres biológicos, sino también en las implicaciones que esto pueda tener sobre las mujeres. Aunque algunos sugieren que un mundo de hombres con útero es un peligro para las mujeres, lo cierto es que no necesariamente tiene que serlo. Por otro lado, la misma concepción de mujer sigue evolucionando, así como los conceptos de padre y madre, hoy más fluidos que antes.

Esta propuesta no es nueva. Ya desde hace varias décadas, los científicos han buscado alternativas para que los hombres puedan gestar a sus bebés. En un principio, se sugirió que la técnica consistiera en implantar un embrión anteriormente obtenido por fecundación in vitro, junto con la placenta, en el abdomen del hombre. Para suplir la falta de un útero, el embrión debería adherirse a un órgano interno, preferiblemente el intestino del gestante. Otra opción sería tener el útero como un dispositivo externo, lo cual sería más cómodo para quienes no deseen pasar por todas las complicaciones de un embarazo y sus etapas.

Por otra parte, el Dr. Richard Paulson, presidente saliente de la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva (ASRM), cree que muy pronto sería posible realizar trasplantes de útero en mujeres transgénero, las cuales nacieron hombres y luego hicieron el proceso de transición a mujeres. Cierto escepticismo y cautela hay en el ambiente sobre esta idea, debido a las posibles complicaciones. Algunos expertos se muestran más optimistas que otros.

El éxito de este proyecto no necesariamente sería el fin de los hombres, ni tampoco el de las mujeres. Mucho menos, sería el fin de la historia. Sin embargo, los trasplantes de útero nos podrían hacer pensar tanto en el papel de los hombres en el mundo como también en el de las mujeres. ¿Y qué cambios vienen por parte de la ciencia hacia las mujeres? Un mundo de hombres con úteros no tiene que ser un mundo sin mujeres. ¿O si?

Hace pocos meses, en septiembre de 2022, se supo que un cirujano de Nueva Delhi pronto intentaría realizar trasplantes de útero en mujeres transgénero. Hasta los momentos, esta intervención no se ha logrado realizar de forma exitosa, debido a las múltiples dificultades de índole anatómica, hormonal y biológica; sigue siendo esta una técnica pionera, incluso en mujeres biológicas que sufren de infertilidad y apenas se han realizado alrededor de 100 operaciones de este tipo en todo el mundo. Pero los científicos, los investigadores y los cirujanos siguen intentando dar con una solución que sea viable, tanto para mujeres (biológicas o trans) como para hombres biológicos que, por una razón u otra, quieran tener un útero.

La reflexión filosófica sobre esta intervención no solo debe ser ética y filosófica. Los trasplantes de útero deben ser analizados en una dimensión más amplia por las implicaciones que pueden tener en las distintas esferas de la sociedad organizada como comunidad de familias planificadas. Cambia el concepto y también lo hace el ser, la familia y la sociedad. ¿Los padres también pueden ser madres y viceversa?

La misma muerte entra en la discusión, en tanto algunos sectores proponen la idea de usar úteros de personas fallecidas en las intervenciones a realizar sobre seres vivos. La propiedad privada y la identidad asociada a la tenencia de órganos nos sugieren que habría cierta fusión entre una persona y la otra; casarse con una persona con problemas de fertilidad luego de enviudar y hacerle a esta el trasplante del útero de la esposa fallecida. Ya no seríamos tan mortales como antes.

No es el fin; es el comienzo. Y la Iglesia está aquí en nuestros corazones, más viva que nunca. La humanidad y sus instituciones podrían entrar en una nueva etapa de su historia. Comenzar una nueva etapa no es el fin y la posible existencia en el futuro de hombres con útero tampoco significa, al menos no necesariamente, que los hombres van a ser las nuevas mujeres; nos podríamos estar robotizando, eso sí, pero ya eso es harina de otro costal. Todavía tenemos que ponernos de acuerdo.

Nota: hipervínculos en el texto.

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Vicente Quintero
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Written by Vicente Quintero

Social researcher. Politics, Philosophy, History and Economics. Poetry. Amazon: https://www.amazon.com/dp/B08FCTQP3L/

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