En términos foucaltnianos, el capital social permite conocer las estructuras de poder dentro de una sociedad determinada; hasta nos ayuda a responder bien ante desastres imprevistos. El humano no actúa únicamente como un ser egoísta, sino que tiene un gran poder que se manifiesta a través de la acción colectiva y las redes de cooperación.
No son pocas las ocasiones en las que uno consigue trabajo gracias al capital social, ya sea porque hemos dado a conocer nuestro trabajo a través de redes, o porque tenemos contactos dispuestos a ayudarnos en nuestras tareas y misiones. La colaboración social es una variable de alto impacto económico, social y político, razón por la cual se hace necesario tomarla en consideración para analizar los beneficios del buen tejido de relaciones contingente que uno ha construido a lo largo de la vida y superar las visiones simplistas en las ciencias sociales. El capital ayuda al funcionamiento de la democracia y nos orienta hacia el bien común colectivo.