Member-only story
El mundo está de parto
El mundo está de parto. Pero no parece ser un parto convencional. Tampoco estamos en condiciones de decir que es semi-convencional, porque este nacimiento en nada se parece a una cesárea. Y esto no es lo más desconcertante: es que ni se han visto las primeras imágenes del bebé. Pero hay algo conmovedor en este nacimiento: el mundo espera a un bebé y no se precipita a ver su rostro. Tampoco enloquece por conocer su sexo. Solamente lo espera. Y en ese orden de ideas, es un regreso a la vieja tradición. ¿Lo ven?
Los progenitores también pueden morir a la hora de parir, aún si los hijos sobreviven. Digo los progenitores porque hay especies animales en donde vemos que el hombre es capaz de dar a luz, como los caballitos de mar. Es decir, el mundo progenitor, entendido como aquel que tiene el sublime don de dar la luz de la vida, podría morir. Porque el que da la vida no tiene gran poder sobre ella. A grandes rasgos, el progenitor lo que hace es transferirla.
No es solo que el progenitor pueda morir. Veamos más allá y recordemos que el hecho es perenne y transversalmete atravesado por el factor de causa y efecto. O mejor dicho, causas y efectos. Porque el uso del plural visibiliza exquisitamente la infinitud de causas que llevan a un efecto y la plenitud de los efectos que provienen de una causa. Hay tantas cosas que pueden suceder, no solo en la forma de la causa-efecto, sino en la…